#transporte #energía
"Sudamérica podría estar interconectada en un día de viaje"
Entrevista a Bibop Gresta, cofundador de Hyperloop. Por Natalia Arralde.
Hyperloop quiere revolucionar el futuro de la movilidad con la promesa de transportar pasajeros en tubos al vacío a la velocidad de un Boeing. Este método relanzado en 2013 por Elon Musk, funciona por medio de levitación y promueve un transporte eficiente, sostenible y rentable, capaz de generar más energía de la que consume.

Si bien se están testeando los primeros prototipos, el presidente de Hyperloop Transportation Technologies, Bibop Gresta, sostiene que esta tecnología está cada vez más cerca y es una excelente oportunidad para interconectar América Latina. Para Gresta, los países de Sudamérica, que carecen de infraestructura de alta velocidad, podrían saltar directamente a un modelo más eficiente, a diferencia de Europa que tendrá que reconvertirse.

"Puede ser una paradoja, pero el país que invierte menos, puede llegar a ser el más avanzado en el futuro"
Bibop Gresta. Foto de GeneXus
¿Cuál es el origen de Hyperloop?

Hyperloop nació de una idea de Elon Musk pero el concepto de transporte de pasajeros en tubos no es nuevo. La humanidad lo imaginó desde el 1800 con varios proyectos experimentales. En 1904 Rober Goddard, el padre de la tecnología aeroespacial moderna, hizo una patente muy similar al Hyperloop de hoy. Los científicos de entonces se resistieron a esta idea porque existía la teoría de que el hombre no podía viajar más de 100 km/h. Se pensaba que después de 100 km/h moríamos, que el aire no podía circular. Goddard no hizo Hyperloop pero hoy tenemos una industria aeroespacial. Cuando Elon Musk en 2013 lanzó la idea de Hyperloop no inventó nada. Hizo un gigantesco éxito mediático de una idea muy vieja.

Musk planteó que estaba demasiado ocupado con otros emprendimientos, entonces mi socio y yo nos propusimos hacerlo con un modelo de crowdsourcing. No acudimos a un inversor a la manera Sillicon Valley sino que planteamos que no sabíamos las respuestas a todas las preguntas y convocamos a la comunidad científica a trabajar con nosotros. Esto fue mágico, más de 800 científicos de 42 países se unieron a la compañía creando lo que hoy es el movimiento Hyperloop. Tenemos más de 800 personas que trabajan en este proyecto y más de 30 mil que están colaborando. Además, unas 70 empresas trabajan con nosotros: personas de NASA, Tesla, SpaceX, Boeing, MIT, Stanford.

¿Qué es exactamente Hyperloop? ¿Cómo funciona?

Hyerloop no es un sistema de tren súper rápido como se lo describe a veces. Sí, andamos rápido, pero ésta no es la característica más interesante de esta tecnología. Lo más importante de Hyperloop es la eficiencia, la capacidad de transportar personas y carga en una manera eficiente, sostenible y rentable. Estos tres elementos faltan en la industria actual.

La industria del transporte está muy subvencionada y usualmente no gana dinero. Es una industria ineficiente, no sustentable y representa un alto costo en el PBI de la mayoría de los países. El mantenimiento de las infraestructuras actuales condena a los gobiernos a un constante régimen de subsidio, que podría ser utilizado para educación, vivienda, y otros problemas serios de la humanidad.

Hyperloop demuestra que podemos reconvertir la forma con la que construimos la infraestructura que tenemos hoy, basada en el consumo y destrucción de todos los recursos del planeta. Estamos creando sistemas como si tuviéramos recursos ilimitados en un planeta con recursos limitados. Es una locura.
Fotos de Hyperloop
¿Cómo genera energía Hyperloop?

Hyperloop tiene un sistema de producción de energía que combina paneles solares, energía eólica, geotérmica, cinética y energía regenerativa de los frenos. La gran oportunidad de Hyperloop es que la combinación de la energía renovable te permite regenerar 30% más energía de la que consume.

La gente imagina el Hyperloop como un proyectil que es disparado a toda velocidad por un tubo, pero no es así. Acelera y frena lentamente, como un tren, el pasajero no siente nada. Tiene un sistema de levitación magnética pasiva que lo hace más confortable que un avión.

¿Cómo se llega a construir la primera cápsula de Hyperloop?

Cuando el proyecto llegó a determinada madurez comenzamos a trabajar en un prototipo de cápsula. Acudimos a una famosa industria espacial para consultar si podrían hacer la cápsula con un 80% de fibra de carbono. Nos dijeron que no estaban seguros y que lo máximo que se podría realizar era en 70% de fibra de carbono, a un costo de 1 millón de dólares y un tiempo estimado de 10 años. No era posible.

Luego nos contactamos con Airtificial y realizamos la primera cápsula en un año y con 80% de fibra de carbono. Se presentó el año pasado en Cádiz, España. Ahora estamos construyendo la segunda cápsula y la tercera será construida al 90% de fibra de carbono, lo que significa una innovación revolucionaria para el aerotransporte. Gracias a Hyperloop también estamos mejorando la otra industria y ayudando a repensar cómo construimos autos, trenes y aviones.

La cápsula funciona con aire presurizado. Tiene una longitud de 32 metros y un ancho de 2,75 metros, pesa 5 toneladas y puede transportar a 33 personas. Ahora estamos trabajando en un nuevo modelo que puede transportar 50 pasajeros.
Foto de Hyperloop
¿Qué posibilidades tiene esta tecnología en América Latina?

Hyperloop es una muy buena posibilidad para América Latina, donde se necesita mayor interconexión. Tiene la densidad de población justa y no hay que invertir mucho. América Latina puede hacer un leapfrog, al no haber invertido en infraestructuras de alta velocidad no tiene el problema de la reconversión como tiene Europa. Se puede saltar directamente a algo más eficiente. Puede parecer una paradoja, pero el país que invierte menos puede llegar a ser el más avanzado en el futuro.

Hacer un piloto en un país de América Latina podría ser un óptimo punto de partida para una red de Hyperloop en Sudamérica.

¿En tu reciente visita a Montevideo para participar del GX29 tuviste ocasión de presentar el proyecto en Uruguay?

Hemos establecido algunos contactos en Uruguay, porque hay una localización geográfica muy interesante y una propensión por la innovación muy avanzada. La regulación de Uruguay permite disfrutar muchas nuevas tecnologías.

Uruguay es un candidato interesante. Tiene acceso al mar, lo que es fundamental para otros países como Paraguay, Chile o Perú. Además, morfológicamente el territorio tiene una fantástica posibilidad de crear un corredor y conectar en forma muy directa con principales ciudades.

Sudamérica podría estar conectada enteramente en un día de viaje. Es una posibilidad concreta que estamos estudiando y Uruguay podría ser un jugador fundamental.
Gresta en GX29. GeneXus
¿Cómo te imaginás la movilidad en el futuro?

Pensar en continuar utilizando la energía fósil en el siglo XXI es un error. El 2017 dejó demostrado que producir energía eléctrica con la solar es la manera más barata de producir energía. Al comienzo de 2019 tenemos otro gran dato: el 40% de la energía producida del carbón no es rentable. Eso significa que no es solo más barato producir energía renovable sino que cuesta más continuar produciendo energía con el carbón. Este dato representa un momento fundamental para la humanidad.

El futuro debe estar basado en la abundancia, en un sistema de producción que se construya con infraestructura de nueva generación que pueda producir más energía de la que consume. No es una violación de la leyes de termodinámica, es simplemente un concepto matemático de cuánta energía se necesita producir y cuánta se necesita consumir.

Hyperloop es la primera infraestuctura que demostró que esto es posible, pero podemos aplicarlo a todo el sistema de transporte. ¿Por qué no colocan paneles solares en todo el sistema ferroviario? No es una inversión extraordinaria, se crea energía y se puede recuperar gran parte del consumo energético.

Y para el usuario ¿Cómo será el viaje del futuro?

En el futuro el sistema de transporte será intermodal e intramodal. En el viaje del futuro, el billete contendrá el detalle de todos los elementos que componen el precio del viaje: el impacto ambiental, la huella de carbono, o, por ejemplo, cuánto cuesta destruir el vehículo después de que se utiliza. Podremos cuantificar todo eso y haremos un nuevo modelo.

Estamos colaborando con el World Economic Forum. Yo estoy participando en el grupo de movilidad y estamos trabajando con cincuenta de las mayores empresas del mundo para diseñar este nuevo modelo de viaje del futuro que contiene todos los elementos reales.

Si usted quiere desplazarse de la forma más veloz posible del punto A al punto B, tendrá que pagar por todo lo que eso significa: pagará por no ser eficiente. Pero si usted está comprometido con la sustentabilidad y con el futuro de la humanidad podrá beneficiarse haciendo sharing, siguiendo la ruta menos veloz pero más eficiente. El mundo del transporte al igual que el mundo en general en el futuro, estará basado en su eficiencia.
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