Cloud
Computing
La Nube
Si hablamos de China y la economía digital, seguramente pensamos en las Antenas 5G de Huawei y en TikTok. Sin embargo, la nube sigue siendo dominada por empresas estadounidenses. China no quiere quedarse atrás, y para esto lleva adelante inversiones, normativas y proyectos destinados a expandir sus empresas. La nueva 'Guerra Fría Tecnológica' tiene una sección que se escribe en la nube.
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COLUMNA
La segunda columna sobre Cloud Computing estuvo centrada en la seguridad y las normas de localización de datos. El foco de hoy son las medidas de las potencias para favorecer a sus campeones nacionales. ¿Cómo impulsan las potencias a sus empresas en la nube? ¿Qué tensiones se generan entre Estados por este mercado global?
Por Joaquín Maquieira Alonzo
Amenaza Roboto, 05.07.21

La Nube y las potencias globales

La influencia de China a nivel global es evidente. En Latinoamérica se ha convertido en el principal inversor y socio comercial de varios Estados. Respecto a la economía digital, distintos académicos sostienen que Estados Unidos domina los contenidos de Internet (redes sociales, navegadores como Chrome, sistemas operativos, plataformas de streaming de audio y video, etc.), pero no así su infraestructura física. Aquí prevalecen las operadoras móviles (como Claro, Telefónica y Tigo) y las proveedoras de equipos de telecomunicaciones (Huawei, Ericsson y Nokia). Desde esta perspectiva, las empresas originarias de Estados Unidos estarían ausentes en la infraestructura física del Internet, y China tendría una ventaja. Pero el panorama es otro si observamos la nube.

Las empresas que dominan la nube son estadounidenses. De acuerdo con datos de
Canalys sobre gastos en infraestructura de nube a nivel global, AWS alcanza el 32% del
total, Azure el 19%, Google Cloud el 7% y Alibaba Cloud el 6%. Estados Unidos es el
mercado más grande de gastos en nube, representando el 44% del mercado global, seguido por China con un 15%. Dentro de China, sin embargo, lideran las empresas locales: Alibaba tiene el 40% del total en gastos, Huawei el 17%, y Tencent el 15%.

El crecimiento de la nube en China, dada la dinámica de su economía en general, es
mayor al de cualquier otro mercado. Esto significa que las empresas chinas van a intentar quitarle, cada vez con más fuerza, cuota de mercado global a sus competidoras estadounidenses. En esta columna se verá cómo compiten las potencias por este mercado que alcanza tanto lo físico como lo digital.
China crece en la nube

Consciente de esta asimetría, China presentó en 2015 su iniciativa "Ruta Digital de la
Seda" (RDS) para proveer a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de conectividad digital y
cooperación internacional en TICs. Como sostiene Binxing Fang en su libro Cyberspace Sovereignty, China promueve un modelo de gobernanza de Internet que prioriza el control de la información por parte de los gobiernos y reduce la participación de actores no-estatales en la elaboración de políticas públicas. Mediante este modelo de "soberanía del ciberespacio" y la RDS, la potencia asiática busca promover sus campeones nacionales y competir contra EE.UU. en la economía digital. En su 14º Plan Quinquenal (2021-2025), anunció estímulos de 1.4 billones de dólares en infraestructura digital, incluyendo la computación en la nube.

Un ejemplo de estas ambiciones es el campus de centros de datos en Lhasa, Tíbet. La
primera fase de construcción se completó en 2020, y para 2026 el proyecto cubrirá un área de 645.000 metros cuadrados (más de 90 campos de fútbol), por un valor de 1.7 mil millones de dólares. Como parte de la RDS, se espera que brinde servicios a Nepal,
Bangladesh, Pakistán y parte del sudeste asiático.
Por su parte, Tencent Cloud anunció en 2020 que planea invertir 70 mil millones de dólares en infraestructura digital, incluyendo computación en la nube, IA, blockchain y
ciberseguridad, durante los próximos cinco años. En el mismo año, Alibaba Cloud anunció inversiones por 29 mil millones de dólares en infraestructura de nube para expandirse a el Asia-Pacífico y Norteamérica en los próximos tres años, y una asociación con Saudi Telecom, la operadora más grande de Arabia Saudita.

Si bien Alibaba y Huawei Cloud compiten directamente con AWS y Azure, también
se asocian con empresas de colocation estadounidenses. Las llamadas "colo" se dedican a construir centros de datos y brindar interconectividad para facilitar el despliegue de la nube híbrida. Por ejemplo, Equinix, socio de AWS, Azure y Google Cloud, se asoció con Alibaba para proveerle infraestructura en Alemania, el Reino Unido, Indonesia y EE.UU., entre otros mercados.

EE.UU. reafirma sus apuestas

La industria de la nube en EE.UU. también tiene el impulso del Estado. El Plan de Empleos Estadounidense, presentado este año por la Administración Biden, incluye 180 mil millones de dólares para promover "el liderazgo de EE.UU. en nuevas tecnologías, desde la inteligencia artificial hasta la biotecnología y la informática", y 100 mil millones de dólares para ampliar la conectividad a Internet y reducir la brechas digitales en el país.

Por el lado de las empresas, AWS lanzó 'regiones' en Italia y Sudáfrica en 2020, y
anunciaron nuevas regiones en Australia, India, Indonesia, España, Suiza y Emiratos
Árabes Unidos. Desde 2011 AWS tiene solamente una región latinoamericana, ubicada en Brasil, por lo que la región en España será la primera en Hispanoamérica.
¿Qué son las "regiones" y "zonas de disponibilidad" de AWS?
De acuerdo con Amazon, es una ubicación física donde se agrupan centros
de datos. Cada grupo de centros de datos conforma una (AZ). "Cada región
de AWS consta de varias AZ aisladas y separadas físicamente dentro de un
área geográfica. […] Cada AZ tiene alimentación, refrigeración y seguridad
física independientes y está conectada a través de redes redundantes de
latencia ultrabaja. Los clientes de AWS centrados en la alta disponibilidad
pueden diseñar sus aplicaciones para que se ejecuten en múltiples AZ y
lograr una mayor tolerancia a fallas".
A pesar de la "Guerra Fría Tecnológica", AWS y Azure incrementaron sus operaciones en China. En junio de 2020 AWS anunció su tercera AZ en la región de Beijín. Dado que
China prohíbe que proveedores extranjeros operen en su territorio, la región de Beijín es
operada por la empresa china Sinnet, mientras que la región de Ningxia es operada por
Ningxia Western Cloud Data Technology. Por su parte, Azure comunicó que abrirá nuevos centros de datos en el norte de China para alcanzar en 2022 su quinta región en el país (aunque no necesariamente equivale a una "región" de AWS). La empresa china de nube que opera en nombre de Microsoft desde su lanzamiento en 2014 es 21Vianet.
(AWS y Azure)
La nube y los conflictos entre Estados

Al igual que las antenas de 5G, la elección de proveedores de nube y centros de datos
también genera tensiones entre Estados. Por ejemplo, el gobierno australiano actualmente está eliminando sus datos públicos de un centro de datos de Global Switch, propiedad de un grupo de inversión chino. El Panel de Proveedores de Instalaciones de Centros de Datos de Australia obligó al Departamento de Asuntos Internos de Australia a firmar contratos con el proveedor local Canberra Data Centres para proteger la soberanía de los datos.

Por el contrario, Indonesia ha facilitado las inversiones extranjeras en su mercado,
con una población en el cuarto puesto a nivel global y proyecciones de triplicar en cinco años los gastos en la nube. Los proveedores de nube chinos lideran este mercado, mientras que AWS, Azure y Google Cloud anunciaron inversiones para mejorar su posición.

Las represalias de EE.UU.

Las potencias intervienen en la competencia global por la nube, no sólo para impulsar
a sus campeones nacionales sino también para perjudicar a sus rivales. En este sentido, EE.UU. comenzó a desplegar una ciberdiplomacia de contención hacia empresas chinas de nube. Funcionarios estadounidenses han presionado a legisladores y empresarios europeos para que rechacen la construcción de centros de datos de Huawei, y favorezcan en cambio a empresas occidentales.

A su vez, la iniciativa Clean Network de la Administración Trump se presentó en
agosto de 2020 para "proteger la privacidad […] y la información más sensible […] de
intrusiones agresivas por parte de actores malignos, como el Partido Comunista Chino".

Uno de sus cinco pilares es "Clean Cloud", enfocado en prevenir que la información más sensible de sus ciudadanos y empresas sea "almacenada y procesada en sistemas basados en la nube accesibles a nuestros adversarios extranjeros a través de empresas como Alibaba, Baidu y Tencent".

Se estima que esta iniciativa y otras medidas de Trump provocaron la separación
entre Alibaba Cloud y TikTok como su cliente en el almacenamiento de datos, lo cual
resultó en un crecimiento menor de sus ingresos en el primer trimestre de 2021.

La Administración Biden ha continuado el confrontamiento, y prohibió inversiones
estadounidenses en compañías tecnológicas chinas, incluyendo Inspur. Se trata del mayor fabricante de servidores en China, y el tercero a nivel global. Entre sus socios están Nvidia, Cisco e Intel.

¿Cuáles serían las consecuencias para el sector si Biden le prohíbe a Equinix, u otras
empresas estadounidenses de colocation, brindar servicios a empresas chinas de cloud? ¿Qué efectos tendría en nuestra región?
China y el proteccionismo de nube

La potencia asiática también ha securitizado el sector para frenar el avance estadounidense. Como mencionamos anteriormente, los proveedores de nube extranjeros deben formar joint ventures para operar en el país. Nigel Cory, de ITIF, estima que AWS y Azure perdieron 1.6 mil millones de dólares en ingresos no percibidos durante el período 2017 - 2018. Al mismo tiempo, Cory sostiene que las asociaciones necesarias con jugadores locales implican la transferencia de tecnologías, propiedad intelectual y know-how, e impiden el desarrollo independiente del negocio en el país, sin tener un trato directo con los clientes.

Las restricciones aumentaron en 2016 cuando el Ministerio de Industria y Tecnología
de la Información (MIIT) publicó el "Aviso sobre la regulación de los comportamientos
comerciales en el mercado de servicios en la nube". Este documento sostiene que las
empresas de nube extranjeras no pueden hacer más que brindar asistencia técnica a través de asociaciones locales.

En la misma línea, el Tribunal Popular Superior Municipal de Beijing decidió que la
marca AWS pertenece a una empresa china, ActionSoft, por lo cual le prohibió su uso y obligó a la empresa estadounidense a pagar aproximadamente 11.8 millones de dólares.
La Unión Europea ante la bipolarización de la nube

La entrada en vigor en mayo de 2018 del Reglamento General de Protección de Datos
(GDPR) reafirmó el posicionamiento de la Unión Europea en el plano global con un
modelo de gobernanza de internet marcadamente distinto a los que promueven EE.UU. y China. Este modelo alternativo intenta marcar el retorno de estados democráticos que defiendan la soberanía ante las grandes compañías de Internet, y protejan los derechos humanos ante los excesos de estados autoritarios.

No obstante, si bien la UE ha logrado regular el accionar de las Big Tech
estadounidenses, todavía no ha generado empresas europeas que compitan a la par en la economía digital. Como usuarios de Internet conocemos a Spotify, Ericsson o Telefónica, pero son otras las empresas europeas que han aumentado su preponderancia en los últimos años. La alemana SAP de computación en la nube y la holandesa ASML de semiconductores tienen una capitalización bursátil por encima de los cien mil millones de dólares, convirtiéndose en jugadores clave del ecosistema de internet. Aun así, su peso en los mercados globales es drásticamente menor al de la estadounidense Salesforce y la taiwanesa TSMC, respectivamente.

Para revertir esta situación surgieron iniciativas como GAIA-X. Este proyecto de
origen alemán-francés plantea crear una infraestructura digital que permita a distintos
actores del ecosistema crear y ofrecer servicios de computación en la nube en consonancia con los valores europeos de "transparencia, seguridad y respeto por los derechos de los datos".

Sin embargo, si es que GAIA-X quiere mantenerse viva en la competencia con sus
rivales estadounidenses y chinos, debe expandir su alcance global. Apostar al mercado
regional sin proyectar expandirse a otros continentes, y sin acompañar dicho crecimiento con sus valores, menoscabará sus posibilidades de éxito en un mercado global competitivo e interdependiente.

En la economía digital actual, las transnacionales buscan socios que puedan
brindarles servicios a nivel global. Si los proyectos europeos como GAIA-X se centran
solamente en el mercado local -y no intentan más que preservar sus normativas en su
región- no podrán competir con las Big Tech que exportan tanto sus servicios como sus reglas de seguridad y privacidad de los datos.
Latinoamérica y la competencia global por la nube

En Latinoamérica, AWS y Azure tienen AZs en Brasil, y Azure anunció nuevas regiones en Chile y en México. Mientras tanto, Uruguay compite con Chile y Argentina para atraer inversiones de Google Cloud y AWS. Huawei Cloud prefirió a Chile, donde ya tiene dos centros de datos, además de sus regiones de México y Brasil. Si bien Alibaba es la principal compañía china de nube pública a nivel global, en Latinoamérica Huawei Cloud está por delante en el cuarto puesto.

¿Qué esfuerzos realizan los Estados de la región para atraer inversiones en la nube?
¿Debemos tomar una posición proteccionista como Australia, o aperturista como
Indonesia? ¿De qué manera podemos impulsar a empresas locales para que crezcan en el sector? ¿Cómo va a aprovechar China esta economía digital en nuestra región si tiene los conductos (cables submarinos y antenas 5G), pero no las refinerías (centros de datos)? ¿Qué instancias generamos para llevar a cabo estos debates?
En la próxima columna

Empresas como Netflix y Disney+ utilizan servicios de nube para reducir su latencia y
mejorar la seguridad de sus contenidos. ¿Qué sucede cuando su proveedor es al mismo tiempo un competidor en plataformas de streaming? Al mismo tiempo, los videojuegos, uno de los negocios más rentables de la economía digital, se están "nubificando". Los proyectos de Google Stadia y Amazon Luna son señales en ese sentido. Las empresas del sector ya no solo compiten por atraer productores de videojuegos y usuarios: el despliegue de servidores en cada continente es ahora un diferencial clave. En la próxima columna se hará foco en cómo la industria de la nube alcanza al negocio del streaming y de los videojuegos.

Joaquín Maquieira Alonzo es Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de la República (Uruguay), Diplomado en Gobernanza de Internet por la Universidad de San Andrés, y Magistrando en Relaciones Internacionales por la FLACSO/Argentina. Actualmente es miembro del Grupo de Investigación 'Espacio de RRII e Interdisciplina', de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (UdelaR). Cursó el Programa de Derecho y Tecnología de las Comunicaciones del Centro de Tecnología y Sociedad de la Universidad de San Andrés y participó de las VII Jornadas Académicas en Relaciones Internacionales de la Universidad de la República. Sus principales líneas de investigación se vinculan a la Gobernanza de Internet, la rivalidad entre Estados Unidos y China, y la infraestructura digital, con una perspectiva desde la Economía Política Internacional.

Joaquín Maquieira
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